Los discursos parlamentarios de Práxedes Mateo-Sagasta

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100379
Legislatura: 1894-1895
Sesión: 18 de Diciembre de 1894
Cámara: Senado
Discurso / Réplica: Réplica
Número y páginas del Diario de Sesiones: 28, 544-546
Tema: Discurso sobre crisis ministerial producida por la dimisión del Sr. Ministro de Hacienda D. Amós Salvador

El Sr. Presidente del CONSEJO DE MINISTROS (Sagasta): Pido la palabra.

El Sr. PRESIDENTE: La tiene V. S.

El Sr. Presidente del CONSEJO DE MINISTROS (Sagasta): Bien necesita ser más dulce el desarrollo de la interpelación, porque si sigue con estos amargos, le digo a S. S. que no sé a dónde vamos a parar.

No es posible admitir la idea de que este Gobierno ni ninguno engañe a la Corona. Si S. S. supone eso en algún Gobierno, será porque S. S. lo ha pensado alguna vez cuando ha estado en el poder. Sólo pueden suponerse en los demás ciertas cosas cuando uno es capaz de realizarlas. (El Sr. Marqués del Pazo de la Merced: Desde que lo he aprendido de S. S., es cuando he empezado a creer que se puede hacer, porque sólo S. S. lo ha hecho.)

Por lo demás, S. S. está grandemente equivocado. Yo no he venido aquí a proferir amenaza ninguna. He dicho lo que es natural que suceda. ¿Qué quiere S. S., que al abuso del derecho no se conteste con el abuso del derecho en su día? Yo no hecho jamás esa política, yo no pienso hacerla nunca; pero comprenda S. S. que las represalias son muy sabrosas, y que es muy difícil contener a los partidos cuando han sido tratados de la manera que S. S. ha tratado al partido liberal. (El Sr. Marqués del Pazo de la Merced: ¿Se ha olvidado S. S. de lo que hizo hace dos años, de las amenazas que salían de S. S. y del señor Gamazo?) No hice más que sostener a S. S. y al partido conservador.

Pues qué, ¿cayó ese partido del Gobierno por nuestra oposición, o por las discordias que latían dentro del mismo? (El Sr. Marqués del Pazo de la Merced: Si fuera por discordias, ¿estaríais aún ahí sentados?) Pues por su discordias cayó. (El Sr. Marqués del Pazo de la Merced: ¡Qué había de caer por discordias! Cayó porque entendió que no debía seguir.)

Señores, esto es negar la luz del sol a las doce del día, cuando el día está claro. ¿Cómo y por qué cayó el partido conservador? ¿Qué culpa tengo yo de que los individuos de ese partido se disgregaran, y de que los individuos de ese partido se disgregaran, y de que el jefe, quizá en un rasgo de mal humor, dijera que él no gobernaba de esa manera ni permitía que nadie le soportara? (El Sr. Conde de Esteban Collantes: Cayó, no por un rasgo de mal humor, sino por un sentimiento de dignidad política que debiera ser imitado.) Cuando me encuentre en el mismo caso, lo imitaré, si creo que debe ser imitado. Pero, ¿cómo se nos viene a echar la culpa de lo que es única y exclusivamente culpa de los conservadores?

Por lo demás, si SS. SS. piensan dar tonos más suaves, que bien son menester, al desarrollo de la interpelación, yo le diré a S. S. que no necesito realmente contestar a las preguntas que me ha dirigido, porque a la primera le respondí en las primeras palabras que he pronunciado esta tarde.

Yo he manifestado que el Gobierno pensaba presentar los presupuestos inmediatamente, porque su propósito es presentarlos inmediatamente, porque su propósito es presentarlos así que se reanuden las sesiones después de las próximas vacaciones. Está, pues, contestada la primera pregunta.

En respuesta a la segunda, diré que el Gobierno hará lo posible, y que responde de su mayoría, para que los presupuestos estén aprobados el 1º de Julio después que el Senado los haya discutido ampliamente; pero yo no puedo responder del resultado, como no he podido responder del resultado de los tratados por SS. SS. 



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